La quiebra de Evergrande ha sido un punto de inflexión para el sector inmobiliario chino, marcando un momento crítico en una industria que ha sido tanto un motor de crecimiento como una fuente de vulnerabilidad para la segunda economía más grande del mundo. Este colapso no solo destaca los problemas estructurales dentro del sector inmobiliario chino, sino que también subraya los desafíos más amplios que enfrenta la economía china en su conjunto.
A lo largo de la década pasada, el gobierno chino ha intentado moderar la especulación en el mercado inmobiliario con políticas diseñadas para mantener la asequibilidad de la vivienda.
Sin embargo, estas medidas han contribuido a una desaceleración sin precedentes en el sector, exacerbada por las estrictas medidas de confinamiento implementadas durante la pandemia. En respuesta a esta ralentización, el gobierno chino y las principales instituciones financieras introdujeron políticas de apoyo para revitalizar el mercado, incluyendo la inyección de fondos adicionales y la extensión de los períodos de pago de la deuda para los desarrolladores inmobiliarios privados. A pesar de estos esfuerzos, la recuperación del sector ha sido desigual y se ha enfrentado a obstáculos significativos.
¿Qué ha llevado a la Quiebra de Evergrande?
La raíz de la quiebra de Evergrande se puede rastrear hasta su modelo de negocio altamente apalancado. La compañía se embarcó en una expansión agresiva, financiando su crecimiento a través de deuda. Este enfoque funcionó mientras el mercado inmobiliario chino estaba en auge, pero se volvió insostenible una vez que el mercado comenzó a enfriarse. Además, la dependencia de Evergrande de la venta anticipada de proyectos inmobiliarios que aún no se habían completado exacerbó su flujo de caja, dejándola vulnerable a cualquier desaceleración del mercado.
La crisis de Evergrande, con su deuda de 300 mil millones de dólares y su incapacidad para cumplir con los pagos de intereses y completar proyectos, ilustra la profundidad de la crisis. La prohibición de emitir nuevos bonos y las pérdidas multimillonarias durante tres años consecutivos han colocado a la empresa en una posición precaria, lo que pone en duda su capacidad para recuperarse y completar contratos de construcción pendientes valorados en miles de millones de dólares.
Otro factor crucial fue la implementación de la política de «Tres líneas rojas» por parte del gobierno chino, una serie de medidas diseñadas para frenar el endeudamiento excesivo en el sector inmobiliario. Estas regulaciones limitaron la capacidad de las empresas inmobiliarias para adquirir nuevas deudas basándose en sus pasivos, activos y capital, lo que afectó directamente a Evergrande, dada su estructura de capital altamente apalancada.
¿Cuál es la situación del mercado inmobiliario chino tras la quiebra de Evergrande?
La situación del sector inmobiliario chino es aún más complicada debido a la necesidad estimada de 446 mil millones de dólares adicionales para estabilizar el sector y completar proyectos de vivienda inacabados. Los bancos chinos se enfrentan ahora a la tarea de rescatar una industria inmobiliaria en profunda dificultad, lo que ha ejercido presión sobre su rentabilidad debido a la reducción de los márgenes de interés neto. A pesar de las medidas tomadas por el Banco Popular de China para reducir los costos de los préstamos y coordinar la financiación masiva de los bancos, se espera que la rentabilidad de los bancos no aumente en 2024, ya que la presión sobre los márgenes podría arrastrar las ganancias a lo largo del año.
La recuperación del sector inmobiliario chino será lenta y está plagada de desafíos. Se estima que tomará aproximadamente dos años absorber el inventario de viviendas actual y diez años despejar los seis millones de metros cuadrados de inventario en construcción. Esto sugiere una recuperación más lenta de lo esperado para el sector, lo que podría retrasar significativamente la revitalización de la industria. La economía china necesita diversificar sus motores de crecimiento más allá del sector inmobiliario para garantizar una base más sostenible y menos vulnerable para el crecimiento futuro.
En conclusión, la quiebra de Evergrande y los desafíos persistentes dentro del sector inmobiliario chino reflejan problemas estructurales más profundos dentro de la economía china. Mientras el gobierno y las instituciones financieras continúan buscando formas de estabilizar y revitalizar el sector, la necesidad de una reforma más amplia y una diversificación económica se hace cada vez más evidente.