El conflicto en Ucrania sigue siendo un catalizador importante para los mercados financieros globales, intensificando la volatilidad en diversos activos. La reciente decisión de Estados Unidos de autorizar el uso de misiles de largo alcance por parte de Ucrania ha elevado la tensión, provocando una reacción adversa en Rusia y Corea del Norte.
La geopolítica impulsa la percepción de riesgo
La autorización del uso de misiles ATACMS por parte de Ucrania marca un cambio crítico en la estrategia militar occidental, lo que ha generado advertencias de Rusia sobre una posible «nueva fase» en el conflicto. Estos acontecimientos han elevado la incertidumbre global, un factor que históricamente lleva a los inversionistas a buscar seguridad en activos tangibles como el oro. Las tensiones entre Rusia y Occidente, sumadas a posibles interrupciones en suministros clave como el gas natural y el petróleo, están moldeando el panorama financiero de forma drástica.
En este entorno, el oro, tradicionalmente visto como un refugio seguro en tiempos de crisis, ha tomado el protagonismo en los mercados de materias primas. Los inversores ven en el metal precioso una forma de protegerse contra la volatilidad y la pérdida de valor de otros activos.
El oro: una respuesta a la incertidumbre global
En este contexto, el oro ha alcanzado su valor más alto en la historia reciente, superando los 2.600 dólares por onza. Este aumento se debe no solo a las tensiones geopolíticas, sino también a factores económicos como el fortalecimiento del dólar y la incertidumbre inflacionaria. La demanda de oro ha crecido notablemente en los mercados asiáticos y europeos, mientras que los fondos cotizados respaldados por oro han registrado flujos positivos en las últimas semanas.
Los inversores ven en el oro una protección frente a las fluctuaciones en otros mercados, particularmente el de la energía y las acciones, que han mostrado una alta sensibilidad a los acontecimientos en Ucrania. Además de los inversionistas privados, los bancos centrales han jugado un papel importante en la dinámica del oro. Según el Consejo Mundial del Oro, varias naciones han intensificado sus compras de reservas de oro en respuesta a la incertidumbre geopolítica y económica. China y Rusia lideran estas adquisiciones, fortaleciendo sus reservas como un mecanismo para reducir la dependencia del dólar estadounidense en transacciones internacionales
El efecto dominó del conflicto en Ucrania en los mercados globales
Mientras el oro continúa su ascenso, otros activos muestran una respuesta dispar frente a la creciente incertidumbre global. Las bolsas europeas, particularmente en países cercanos al conflicto como Polonia, Rumanía y los Estados bálticos, han registrado caídas en sus índices principales debido al temor de una posible extensión del conflicto. Este nerviosismo se ha trasladado también a sectores específicos, como el bancario y el industrial, más expuestos a las tensiones económicas y comerciales derivadas de la guerra.
En el mercado energético, la volatilidad sigue siendo una constante. Aunque el precio del petróleo se ha mantenido relativamente estable en torno a los 70-75 dólares por barril, el gas natural ha mostrado fluctuaciones marcadas debido a preocupaciones sobre nuevas sanciones a Rusia. En particular, la Unión Europea ha señalado que podría implementar restricciones más estrictas sobre las exportaciones de hidrocarburos rusos si se intensifican los ataques contra Ucrania. Este escenario podría generar interrupciones adicionales en el suministro energético, especialmente en invierno, cuando la demanda estacional aumenta considerablemente.
El mercado de metales industriales también está experimentando impactos. Rusia, como uno de los principales productores de níquel, aluminio y paladio, enfrenta restricciones en sus exportaciones, lo que ha llevado a un aumento en los precios de estos metales. Estos incrementos están presionando a las industrias automotriz y tecnológica, que dependen de estos materiales para la producción de vehículos eléctricos, baterías y semiconductores.
Movimientos en el mercado de divisas
En paralelo, el mercado de divisas refleja un claro movimiento hacia monedas refugio. El dólar estadounidense y el franco suizo han ganado valor, reforzados por su percepción de estabilidad en tiempos de crisis. El índice del dólar (DXY), que mide el desempeño de la moneda frente a una canasta de otras divisas importantes, ha subido un 3% en el último mes, marcando su mayor nivel en 2024. Este fortalecimiento del dólar tiende a ser un desafío para el oro, ya que hace que el metal sea más caro para compradores que utilizan otras monedas. Sin embargo, la magnitud de las tensiones geopolíticas está superando esta barrera, impulsando la demanda de oro a pesar de la fortaleza del dólar.
Por otro lado, monedas como el euro y el zloty polaco han mostrado debilidad debido a su proximidad al conflicto. El euro, afectado por la exposición energética de Europa, ha perdido terreno frente al dólar, cotizando en torno a los 1,05 dólares. Mientras tanto, monedas de mercados emergentes, especialmente aquellas de países dependientes de importaciones energéticas, han sufrido depreciaciones significativas, aumentando la inflación y los costos financieros en esas economías.
Conclusión: El papel del oro en el conflicto en Ucrania
El conflicto en Ucrania no solo ha redefinido las dinámicas geopolíticas, sino que ha amplificado la percepción de riesgo en los mercados financieros globales. Con el oro alcanzando un precio histórico de 2.632 dólares por onza, el mensaje de los inversionistas es claro: estamos entrando en un periodo donde la seguridad y la preservación del valor priman sobre la búsqueda de rendimientos arriesgados.
En este panorama, mi conclusión es que el oro continuará siendo el activo estrella a corto y mediano plazo. La escalada del conflicto, combinada con los riesgos económicos globales como la inflación persistente, la inestabilidad en los mercados energéticos y las tensiones comerciales, refuerza su atractivo. Incluso si el dólar sigue fortaleciéndose, la magnitud de las tensiones geopolíticas y la creciente demanda por parte de bancos centrales y grandes inversores mantendrán al oro en su posición privilegiada.
Mi apuesta: el oro podría superar los 2.700 dólares por onza en las próximas semanas si no hay señales claras de desescalada en Ucrania. A mediano plazo, su techo dependerá de cómo evolucione el conflicto y de la respuesta de los actores económicos, pero todo apunta a que seguirá desempeñando un papel clave como refugio financiero en un mundo cada vez más incierto.
Sin embargo, advierto: el oro no es invencible. Si se llegara a un acuerdo de paz o si se estabilizan las relaciones internacionales, podríamos ver una corrección abrupta. Pero por ahora, la dirección está clara: el oro está brillando, y lo hará mientras las sombras del conflicto persistan.