La economía alemana, conocida como el motor de Europa, enfrentó una contracción del 0.3% en 2023, sumergiéndose en una recesión que ha planteado serias preguntas sobre su recuperación en 2024. A medida que el país se adentra en un nuevo año, los analistas y políticos buscan signos de estabilización y crecimiento, pero los desafíos persisten.
Sentimiento empresarial
El 2023 fue un año difícil para Alemania, con una economía que se contrajo y una moral empresarial en descenso, según el Instituto Ifo. Esta tendencia ha continuado en 2024, con la moral empresarial disminuyendo por segundo mes consecutivo en enero, lo que complica las expectativas de recuperación.
Lo mas sorprendente es que aun con una bolsa en máximos y algunas empresas reportando unos beneficios más que considerables, el índice Ifo se encuentra en mínimos post pandemia. Lo que remarca que hay algún problema oculto que todavía no ha visto a luz dentro de lo que es la economía real de Alemania.
Inflación y Crisis Presupuestaria
La inflación en Alemania ha experimentado una notable desaceleración, cayendo al 2,9% en enero de 2024, el nivel más bajo desde junio de 2021. A lo largo de 2023, la inflación promedió un 5,9%, reflejando una moderación en el encarecimiento de la energía y una subida más contenida de los precios de los alimentos. Sin embargo, este nivel de inflación sigue siendo relativamente alto comparado con los años anteriores, y los expertos esperan que continúe disminuyendo en 2024.
Un aspecto destacable es la reducción en el aumento de los precios de la energía, pese a la eliminación de ciertos frenos a los precios de productos energéticos y al incremento en el precio del CO2 que afecta a los combustibles fósiles.
Por otro lado, el Tribunal Constitucional alemán declaró inconstitucional el traspaso de 60.000 millones de euros de un paquete de emergencia destinado a paliar los efectos de la pandemia hacia la lucha contra el cambio climático. Esta decisión ha forzado al gobierno a aplazar la decisión sobre el presupuesto para 2024, lo que ha generado incertidumbre política y ha planteado nuevos riesgos, como medidas de austeridad presupuestaria.
El gobierno de coalición de Alemania ha enfrentado duras negociaciones para llegar a un acuerdo sobre el presupuesto de 2024, lo que ha llevado a críticas por parte de la oposición conservadora en el Bundestag. Se ha amenazado con presentar una demanda en el Constitucional si el Ejecutivo declara nuevamente una situación de emergencia y suspende el freno de la deuda en el futuro, aunque esto parece encauzado por el momento.
Transición Energética y Sostenibilidad
La transición energética de Alemania se ha visto afectada por los desafíos planteados por la guerra en Ucrania, especialmente en términos de seguridad del suministro energético. Sin embargo, este contexto ha fomentado un ahorro significativo de energía en los hogares y la industria, reduciendo el consumo total en aproximadamente un 5%, el nivel más bajo desde la reunificación alemana. A pesar de ello, el retorno al carbón y al petróleo para asegurar el suministro ha generado emisiones adicionales de gases de efecto invernadero, lo que pone en riesgo el cumplimiento de los objetivos climáticos del país.
Para acelerar la transición energética, el Gobierno alemán ha adoptado nuevas disposiciones legales que otorgan prioridad al uso de energías renovables y facilitan la planificación y aprobación de proyectos relacionados. Se ha incrementado significativamente el objetivo de generación de electricidad a partir de energías renovables para 2030, pasando del 65% al 80% del consumo bruto de electricidad. Además, se ha adelantado la eliminación gradual del carbón para 2030 y se ha pospuesto temporalmente la eliminación de la energía nuclear para garantizar el suministro eléctrico.
Ademas, Alemania se ha comprometido a alcanzar la neutralidad climática para 2045, lo que implica una transformación radical de su matriz energética. La transición hacia energías renovables es fundamental, ya que el sector energético es el principal emisor de gases de efecto invernadero en el país.
Perspectivas y Opiniones
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el crecimiento mundial en 2024 se proyecta en un 3,1%, una cifra que, aunque muestra una mejora respecto a las previsiones anteriores, sigue siendo inferior al promedio histórico de 3,8% (2000–19). Este crecimiento moderado se atribuye a las elevadas tasas de interés de política monetaria destinadas a combatir la inflación y al repliegue del apoyo fiscal en un contexto de alto endeudamiento. A nivel global, se espera que la inflación disminuya más rápidamente de lo previsto, lo que podría tener un impacto positivo en la economía alemana.
Para abordar la inflación, se destaca la importancia de pactos salariales que distribuyan de manera equitativa el impacto de la inflación entre trabajadores y empresas. Un aumento generalizado de salarios al mismo ritmo que la inflación podría desencadenar una espiral de incrementos de precios y salarios, complicando la reversión de la inflación. Se identifica como necesario un pacto que estipule cómo distribuir el costo de la inflación de forma justa y equitativa, teniendo en cuenta las particularidades de los asalariados y las diferentes escalas empresariales.